Hoy hemos despedido a la Dra. María de los Ángeles Saavedra, Mignonette o Migno para sus cercanos, a sus 90 años de edad. La Dra. Saavedra es miembro honoraria de la Sociedad Científica de Psicología, recibiendo de esta sociedad el Premio a la Trayectoria Investigativa en Psicología en su primera versión, en 2014.
La Dra. Saavedra se formó como psicóloga en la Universidad de Chile, bajo la mentoría de la Dra. Teresa Pinto-Hamuy en el Laboratorio de Psicofisiología de la Facultad de Medicina, graduándose en la cuarta generación de psicólogos y psicólogas formadas en Chile. En este lugar colaboró con psicólogas y psicólogos pioneros como Guy Santibáñez, Susana Bloch, y Alfredo Carmona, realizando investigación básica en temas de aprendizaje y memoria y sus correlatos psicofisiológicos, tanto en modelos animales como humanos.
A principios de los años setenta la Dra. Saavedra logró el grado de PhD al culminar sus estudios de postgrado en la Yale University, donde fue formada por uno de los más importantes teóricos del aprendizaje de la segunda mitad del siglo XX, el Dr. Allan Wagner. Junto a él profundizo en el estudio del aprendizaje asociativo y el análisis de asociaciones complejas y jerarquizas en modelos animales.
La Dra. Saavedra fue fundamental en la formación de muchos/as estudiantes en la Universidad de Chile y otras instituciones, entre los que se destacan Edgar Vogel (Universidad de Talca) y Fabián Soto (Florida International University), con quienes mantuvo una colaboración investigativa prolífica estudiando diferentes aspectos del aprendizaje asociativo y proponiendo cuentas teóricas al respecto.
La Dra. Saavedra logró la jerarquía de Profesora Titular en la Universidad de Chile, en donde fue la primera mujer electa por sus pares para dirigir el Departamento de Psicología (1999-2005).
La psicología experimental ha perdido a una de sus representantes más ilustres en Chile, de seguro se le extrañará mucho y su ejemplo servirá para seguir formando de forma rigurosa a las siguientes generaciones de psicólogos y psicólogas del país.
Por Mario Laborda